lunes, 20 de diciembre de 2010

Ojos, hormonas y corazoncillo (Nesspresso… what else?)

Podría empezar una de tantas, como siempre, hablando de lo mal que está todo… pero no, hoy no me apetece. Así que vamos a intentar cambiar de actitud ya que aptitud creo que tengo. Vamos allá…

Si necesitamos cosas bonitas podríamos recurrir al “RAIMBOW” (yo me entiendo) y a conejitos (o ahora que lo pienso, mejor no…) y cosas de esas que te suben el azúcar… y ¡hablando de azúcar! (y como estamos con eso de animar al personal…) ¿¿PORQUÉ NO NOS TOMAMOS UN POCO DE CHOCOLATE?? Y entonces empezó todo…

A medida que se derretía en mi boca el delicioso trozo de chocolate noté cómo los pies se levantaban del suelo. Me pareció oír una cancioncilla de fondo que me resultaba absurdamente familiar así que decidí ir a investigar… Mis pies ya no pisaban el suelo y con apenas pensarlo iba hacia donde quería ir… hasta que llegué a la misteriosa fuente de la absurdamente familiar (por si “todavía” no lo entiendes) cancioncilla. Se me ocurrió, simplemente, darle al off. Dorian, como no cortes el tema me vas a terminar liando…

Ahora sí, ahora no… you spin my head right round, right round…

Ay… en fin. El colocón de Chocolate duró poquito (el tiempo que tarda un niño en dormirse porque al siguiente día tiene clase), así que me tuve que buscar algo que hacer. Y vaya que si lo encontré… pero igual debería dejar para otro día que el cuatro me cuente que prefiere un uno de cien aunque siempre termine cogiendo los otros noventa y nueve por no meter la pata. Y eso se incluye dentro de la categoría de cosas bonitas como el RAIMBOW, el conejito (puaj) y el resto de cosas dulces incluyendo el Chocolate: eso es amistad.

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