viernes, 5 de febrero de 2010

Our little secret

Aparté las enredaderas de la tapia y me quedé mirándola de nuevo. Seguía como siempre, aunque de cierta forma había cambiado. Le pasé una mano y volví a notar el tacto de la madera... qué recuerdos...



Tímidamente, metí la mano en mi bolsillo y saqué la pequeña llave oxidada que siempre llevaba conmigo. La acerqué a la cerradura y dudé. Me temblaban las manos. ¿Qué íba a encontrarme allí dentro? Cómo estaría después de...después de...




La llave encaja y vuelve a girar, no sin cierta dificultad. (¿Cómo se puede oxidar tanto en una noche?). La puerta se abre.




Asomo la cabeza y veo que ni tan siquiera entra la luz del sol. No quiero mirar...

jueves, 4 de febrero de 2010

Leave me alone


Se retuerce, ruje e intenta arañar. Tensiona los brazos y vuelve a estirar las cadenas intentando romperlas. Me tapo los oídos para no escucharle y empieza a gritar más fuerte, y a zarandear violentamente las cadenas que le mantienen prisionero…


-No lo aguanto, Dorian.
-Libéralo…
-No puedo…
-Tienes que hacerlo
-No…


Cierro los ojos y me tapo con más fuerza los oídos. Me va a reventar la cabeza. Mientras tanto, la bestia sigue luchando por liberarse.


-Déjala que huya. Así no tendrás que tenerla en el castillo.
-No puedo dejar que se vaya.
-Sabías lo que había cuando decidiste adoptarla.
-Fui un inconsciente


Me mira de forma significativa y sonríe. Sé lo que piensa. No hace falta que me diga que no fue inconsciente. Decidí salvarlo cuando aún era un cachorro… parecía tan inofensivo. Pero ahora… ahora es diferente. Ahora ha crecido, y cada día crece más y más y a medida que pasa el tiempo su fuerza se hace mayor. No es suficiente dejarlo en las mazmorras, pues sus alaridos resuenan en la mayor parte del castillo. Se oyen al dormir, al comer, al leer… sólo me libro de ellos cuando salgo de mi fortaleza.


-Si no lo liberas se va a terminar soltando… y va a ser mucho peor.
-Lo sé.