martes, 7 de junio de 2011

No hearts allowed

28524_shopping1Y, como era de esperar, después del subidón venía el bajón… como siempre, todo lo que sube, baja… y los pensamientos se confunden en la noche; la sonrisa de la luna creciente alumbra un paseo lleno de sentimientos contradictorios. Te detienes… alzas la vista y devuelves la sonrisa, pero tus ojos te delatan... Sigues caminando bajo un cielo al que te gustaría llegar pero la contaminación lumínica de la ciudad no te deja ni ver…  y ahí surge la duda: ¿existirá ese cielo más allá de la pantalla de luz? El escaparate de la tienda más cercana te dice que no. Es más, te dice que realmente no importa, que no necesitas ni tan siquiera preguntártelo, y a continuación te invita a desviar tu atención hacia los productos que oferta. Te dice, también, que eso sí que es necesario. Necesario para ser uno más entre cientos de esclavos de las pasiones que la prisión al "aire libre” del mundo ofrece. Volviendo a pensar, te das cuenta de que perfectamente podrías vivir en un macro-zoológico en el que ves la “vida” desarrollarse en cautividad. Y te frustras. Te frustras cada vez más y más pensando en cómo demonios puedes salirte de todo ese vórtice de comprar más y más y más y más y ñá. Sí, ñá.

D.

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