“Cause I’m for real, are you for real? I can’t help myself, is the way I feel. When you look me in the eyes like you did last night, I can’t stand to hear you saying goodbye.”
Alguien me dijo una vez que no podemos evitar sentir. Al menos no los que estamos aquí, más abajo. Aquello que podemos controlar es qué hacer con lo que sentimos. Entonces, naturalmente, ejercitamos un control que en última instancia tiene la finalidad de atar o liberar esa energía que con el sentir generamos.
Decimos que los sentimientos duelen, que nos hacen sufrir pero, ¿cuántos de nosotros seríamos capaces de prescindir de ellos si se nos diera la opción? Y aún así no son ni la mitad de banales y superfluos de lo que imaginamos.
¿Cómo actuarías si supieras que aquellos que están a tu alrededor supieran exactamente lo que piensas y sientes? ¿Te avergonzarías? ¿Te sentirías incómodo?
Algo me dice que tengo que dejar de recrearme en este texto, porque tiene pinta de ir a más.
Uhm… siento la falta de claridad; necesitaba escribirlo y ahora ha quedado incompleto (I can’t help myself, is the way I feel). Supongo que cumplirá su función para conmigo, igualmente y, quizá, para con los demás. Y supongo que en esto consiste el control. Ñá.
D.
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